Martes

05 agosto 2007

Esquina

Mañaria, 5 Agosto 2007

Querido Jesús,

Ayer estuve donde, hace tanto tiempo, empezó todo. Por suerte no vi a Marta, no paré en su casa en el borde del camino, allí encontraste la Muerte. No lo sé, quizá Ella vino a tu encuentro. Es Agosto, demasiado calor aún, he recuperado esta imagen, rescate de mi olvido, para sentarme (en esa esquina) para escribir todo esto, dolorido.




Por fin me reconocen como inútil, son pocos los que ahora perciben que de mi pueda ya obtenerse algo útil o rentable. No se acercan. Me represento enfermo, por fin desaparecen los tiburones. Nada como aparentar ser pobre e inútil para que te dejen en paz. A tí, muerto, ya nadie te necesita más.

Has de saber, querido amigo, que aquí al lado (en una esquina) siento el aliento de quien mira como releo, corrijo y destrozo este texto (tambien tuyo). Si, es ella. Sonríe y dice que yo aún respiro sobre tu recuerdo y me besa. Frescor en esta esquina, tambien tuya.


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